Correr una maratón significa mucho más que cruzar la línea de meta, supone un desafío personal de tal envergadura que te hace retarte constantemente a tus propios límites y superarlos con creces, con ingredientes tales como constancia, tesón, sufrimiento y grandes dosis de motivación.
Tras
cruzar el Arco del Triunfo en Paris y aún con el subidón de la llegada a la
meta, inmediatamente me propuse volver a sentir la experiencia de correr una
maratón y sin saber muy bien por qué la elegida fue Barcelona.
EL ENTRENAMIENTO
Allá
por Octubre, con 5 largos meses por delante y con mucha ilusión así comenzó mi
maratón de Barcelona. Sí, así es, porque la propia carrera es simplemente la
culminación de un gran viaje que comienza haciendo las maletas con el primer
entrenamiento, y finaliza llegando a la última estación, la ansiada Meta.
Dada
mi propia situación personal, profesional y familiar, el entrenamiento siempre
es en solitario. Muchas han sido las horas dedicadas, con climatología adversa,
con sacrificios personales y sobre todo familiares y en todas esas horas de
running solitario que dan paso al pensamiento y sobre todo a la reflexión hacen
que una de mis conclusiones más importantes, que en parte da sentido a esta
crónica es que el éxito (sea cual sea tu definición de éxito) no se consigue
esprintando. El éxito no se puede conseguir de la noche a la mañana. El éxito
se consigue poco a poco, día tras día, esfuerzo tras esfuerzo. El éxito es una
carrera larga, de fondo, que sólo se alcanza a largo plazo.
Durante
el entrenamiento tuve un par de competiciones obligadas, esas dentro de mi
calendario anual que para mí son sagradas y que además me daban una referencia
de cómo iba actuando el entrenamiento en mi forma física. Estoy hablando de la
Behobia-San Sebastián y la Media Maratón de Vitoria. Ambas pruebas, las acabé
con una marcas muy mejoradas respecto a ediciones anteriores, pero con unos
problemas en los gemelos de importancia. Estaba ante la primera lesión de esta
maratón y no iba a ser la última.
Tras
varias visitas a físios, osteópatas, podólogos y sin percibir un diagnóstico
claro fueron pasando los días, semanas y allá por Febrero a un mes de la competición
y tras un entreno duro se me instaló una rigidez en la espalda que me impedía
incluso hacer una vida medianamente normal. Hablo con Pablo (mi entrenador) y
me transmite tranquilidad, es normal me dice, después de someter a los músculos
a tanta carga de trabajo.., sus palabras son de ánimos…”no te preocupes, el
trabajo ya está hecho, solo falta pasar los apuntes a limpio y que para eso hay
tiempo de sobra!!!”
De
poco consuelo me sirven sus palabras, mi desasosiego va incrementándose cuando al
día siguiente no puedo entrenar, al siguiente tampoco y así discurrió hasta una
semana!!! Y lo peor de todo es que se sumaban las molestias, ahora también los
abductores, isquiotibiales…Frustración e impotencia es lo que sentía en esos
momentos…
Por
un golpe de suerte y gracias a Aitziber, que le estaré agradecida toda mi vida,
pude contactar con Txema (un mago de la osteopatía) y que fue el que finalmente
acertó con mi diagnóstico. Tras una sesión larga y muy dolorosa, pude por fin
ver la luz y volver a sentir mi cuerpo, aunque muy dolorido pero con mejoría
por momentos…..Esto me haría incluso más fuerte para afrontar el reto y
conseguir lo propuesto….
EL DÍA ANTERIOR
Viajamos
en tren el viernes a Barcelona y el sábado espero a Ibón (un compañero de
trabajo) y vamos directamente a la feria del corredor.
Mucho
más pequeña que la de Berlín o Paris pero no por ello menos importante, con
algo más de 200 expositores en el que te muestran las tendencias, novedades en
el mundo del running…De un expositor a otro y sin perder ojo a todo lo que ofrecían
encontré aquello que llevaba buscando durante meses. Una riñonera porta geles.
El tamaño idóneo, la goma elástica a la par que cómoda, para llevar en la
cadera y sin que se te vaya escurriendo hasta la cintura. Qué suerte!! Las
risas fueron sonoras entre los presentes cuando elegí el color…. Pues sí, una
ha sido de princesas desde pequeña y además no hay que perder el glamour ni
corriendo. El color no podía ser otro que rosa!!!.
Tarde
tranquila para no cargar las piernas y sobre las 19:30 nuevamente volvemos a
hacer la carga de hidratos, para no variar, cenamos en un italiano. Yo, que no
soy muy amiga de la pasta, os puedo asegurar que no voy a probar los hidratos
en una buena temporada. Qué saturación!!!.
Vuelta
al hotel y dejar todo listo para el gran acontecimiento.
LLEGÓ EL DÍA
Suena
el despertador a las 6:00. He dormido bien. Me levanto contenta. Ya sólo quedan
escasas tres horas para que se dé pistoletazo de salida, para que todas las
dudas, ilusiones, deseos, miedos, nervios, ganas… todo un cocktail de
sentimientos y sensaciones acumulados durante las últimas semanas, se esfumen y
dejen paso a un precioso y privilegiado recorrido por las calles de Barcelona
de 42 kilómetros y 195 metros de distancia.
Para Ibón era su
primera maratón, pero es uno de esos deportistas con mucha casta, raza y con
sobrado potencial y sabía que acabaría como acaban los ganadores…..
Nos
deseamos suerte como los campeones y cada uno a su cajón de salida. Me acompaña
Aitor hasta el acceso a mi cajón, me repasa nuevamente los puntos kilométricos
en los que me estará viendo y nos despedimos.
Allí
en mi cajón se vive el ambiente previo a la carrera. Corredores que se saludan,
familiares, amigos que se acercan a animar a sus allegados, viejos conocidos
que se encuentran y sus conversaciones de mil batallas vividas atrás, gente que
calienta, que estiran, fotos de recuerdo, últimos preparativos, colas enormes
en los WC que facilita la organización, “date un poco de vaselina”, “¿cuántos
geles vas a llevar?”, animadores, gritos, risas, ánimos… en definitiva, ese
ambiente previo a toda carrera, un ambiente lleno de expectación y con
sobredosis de adrenalina.
Entablo
conversación con unos catalanes, intercambiamos nuestros objetivos y sin más se
oye el pistoletazo de salida. Primero los minusválidos, luego los pros que dan
paso a su vez a los distintos cajones en función del tiempo previsto de llegada.
Momento de expectación, nervios y de recuerdos, comenzamos a andar, respiro
hondo un par de veces y con la imagen de mis pequeños en mi mente comienza la
carrera!!!.
El
día es muy caluroso. Ya a las 8:00 contábamos con 17 grados y la previsión es
acabar con 25. Temperatura muy elevada para una chica del norte como yo y
acostumbrada a entrenar con temperaturas muy gélidas. Decido empezar a un ritmo
fuerte y dejar los ritmos más suaves para las horas más calurosas de la carrera
que fijo me pasarán factura. Dudo que con el día que contamos pueda cumplir mi
objetivo. Bajar de 3:50.
Salida
abultada y voluminosa hace que resulte complicado coger el ritmo que te
propones. Voy como puedo esquivando a corredores y adelantando posiciones hasta
hacerme un hueco y alcanzar el ritmo esperado.
Como
por arte de magia me encuentro pasando por la alfombra del km 10 y parece que
acabamos de empezar!!. Voy mirando el reloj y el crono marcaba 53 minutos,
media de 5:18, perfecto!. Y así van sucediéndose los kilómetros uno tras otro.
Con el ritmo de momento controlado y aunque mirando el crono cada kilómetro, al
paso por Gran Vía en dirección a la Sagrada familia, me viene un recuerdo
especial, grato, la celebración de comienzo de década, 40 años, las tertulias, los
paseos, las tardes de compras, la armonía, la alegría y voy repasando una a una
a cada una de mis amigas… cómo disfrutamos, nos divertimos e incluso
rejuvenecimos…Me siento por un momento emocionada y decido meterme nuevamente
en la carrera pues aún queda mucho por delante. ..
Paso
la media maratón a 1:50 y a un ritmo medio de 5:14. Me siento fuerte y sigo a
este ritmo llegando al km. 30 a una media de 5:11. Hasta yo me sorprendo de lo
bien y fuerte que voy y con el día que hace!!. Del km 30 al 35, poco a poco se
va dejando asomar el cansancio, la respiración se torna más agitada, la
necesidad de beber es mayor, mis gemelos me recuerdan que están ahí y comienzan
los primeros calambres, al principio suaves y sin molestar demasiado, pero en
progresión ascendente.
Llegado
al kilómetro 36 y ya con claros síntomas de cansancio general comienza la
batalla conmigo misma, es la hora de que entre en funcionamiento el arma
secreta de cada uno…. La cabeza. Sí, porque si alguien
piensa que una maratón se acaba con las piernas está totalmente equivocado, la
fortaleza está en la cabeza… Esta no tiene piernas, no quita los calambres pero
es la que te recuerda todos los duros momentos que has pasado para poder llegar
ahí, el sacrificio que me ha supuesto, los días de frío y lluvia,….Y así,
absorta en mis pensamientos pasaba por el kilometro 37 y allí me esperaba Aitor,
para darme el último mensaje de ánimo antes de enfilar los últimos kms. Mensaje
de aliento, que me dio el último empujón de valor para afrontar un reto que se
me tornaba complicado.
Los
últimos kilómetros fueron de calambres continuos cada vez más frecuentes y
dolorosos, el calor se hacía insoportable, a esto se suma cierto dolor
abdominal, pero ahora el cuerpo sigue la estela de las directrices de la
cabeza. Es en este momento cuando me tengo que repetir una y otra vez….”Esto sólo lo consiguen las campeonas…. Y
tú eres una de ellas” y por fin vislumbro la última recta, los 2 últimos
kilómetros y encima de subida!!!
Ahora
viene el público y con sus ánimos como si de empujones se trataran, me hacen
alcanzar el arco del kilómetro 42. Ya sólo quedan 195 metros. Este es el
momento que dejo descansar la cabeza y me centro en mi cuerpo, extasiado,
dolorido, con muy pocas energías…. ya estoy casi en la meta, me recorre un
escalofrío de los pies a la cabeza que hace que se me erice la piel, con un
nudo en el estómago que se eleva hasta la garganta no puedo más y como en las
anteriores ocasiones, el llanto forma parte de la estampa de la meta, llanto
con congoja pero en este caso es de alegría, de superación, de recompensa, de
gratitud….
Es
complicado transmitir lo que siento en este momento… ´Sólo aquellos que hayan
pasado la línea de meta saben de lo que estoy hablando…es algo especial muy
especial, es la manifestación constante de valor y superación personal. Es una
oda al ser humano y a la demostración de que querer es poder y llegar es ganar.
Por cierto, el crono se paró a las 3horas 47 minutos…
Por cierto, el crono se paró a las 3horas 47 minutos…
Sin
ninguna duda, este es el apartado más importante de esta crónica. No hubiera
sido capaz de alcanzar mi reto si no hubiera sido por la ayuda y apoyo de
cuantos me quieren…
A
Aitor, por su apoyo incondicional, paciencia y comprensión. Tú sabes, que sin
ti esto no hubiera sido posible. La mitad de la medalla es tuya!!!
Un
agradecimiento especial para mis niños, Aimar y Zaloa, por mi ausencia en esos
desayunos los fines de semana o en los interminables entrenamientos de los
domingos, por esas tantas veces que cuando me calzaba las zapatillas y con
miradas de tristeza me decían…”ama otra vez te vas a correr?”. No sé como os lo
voy agradecer, tesoros!!
A
mi gran querida familia, padres, hermanos, cuñados…por estar siempre ahí… En
especial a mi madre, por su preocupación, por sus mimos y por cuidarme tan bien
como ella sabe hacer.
A
mis amigas por sus ánimos, empatía, seguimiento, en definitiva por poder contar
con vuestra amistad incondicional.
A
mi amigos y compañeros de trabajo Ibón y Aitor, por esos cafés mañaneros
cargados de estrategias y recomendaciones. Sobre todo por sus palabras de ánimos,
en esos momentos de tristeza y de bajón emocional. Nadie mejor que ellos saben
que han sido claves en esta maratón.
A
Jose González, por su fiel seguimiento durante todo el entrenamiento, por
vivirlo casi como si de su maratón se tratara. En definitiva por estar siempre
ahí conmigo. No pierdo la esperanza de volver a correr juntos otra maratón.
A
mis compañeros de facultad, que después de habernos reencontrado hace 2 años
tras 20 años sin saber de ellos, me he sentido tan querida y apoyada como si el
tiempo no hubiera pasado por nosotros.
¡Qué gran crónica! y ¡Qué grande eres!
ResponderEliminarTe lo digo de verdad y de corazón, aunque todos asumimos que para cumplir con un reto de esta envergadura, tienes que dejar grandes cosas por el camino...
Por comentarte sólo una cosa, decirte que has puesto las fotos "más serias" del evento, teniendo en cuenta que yo te hice muchas fotos en las que se podía vislumbrar tu felicidad. Creo que habrían aportado algo más humano y familiar...
¡Enhorabuena, cariño!
¡¡¡Que tía eres!!!
ResponderEliminarComo te admiro Laura, tú lo sabes, yo creo que es la cosas que mas veces te he dicho en los últimos años, te admiro y te envidio (envidia sana por supuesto).
Estoy orgullosa de tí y aunque no sepa la emoción que tu sientes, sí sé la que yo siento cuando leo esto o veo las fotos el día de la carrera. Me emocionas hasta las lágrimas (que en mí ya sabes que son fáciles) y sobre todo me siento tan orgullosa, enseña la foto de mi amiga más campeona a todos mis amigos que no te conocen.
Enhorabuena, eres un ejemplo para mí, y yo también te quiero.
Ya solo me queda ser capaz de buscar dentro de mí algo de ese tesón y voluntad que a ti te sobra y que llegue el día que de verdad seas mi liebre.
Es un éxito tan merecido....
Besossssss
Sonia
Eres una autentica Campeona!!!
ResponderEliminarLo sabes porque te lo he dicho muchas veces, que con tener un poco de tu fuerza de voluntad y tu constancia sería suficiente para mi...
Desde que leí la crónica he pensado mucho en ti, en lo que significa correr una maratón, en los amigos, en mí.... Pienso que tiene que ser tan especial sentir todo lo que has expresado que siento un poco de envidia y admiración por ti. Es importante tener metas ya sean maratones o pequeñas carreras, pero que te hagan fuerte y especial, espero me trasmitas ese entusiasmo por las carreras y algún día poder entrar juntas en una meta… (eso sí, en una pequeña pero gran carrera para mi).
La crónica me ha parecido preciosa y espero sigas escribiendo muchas más…
Berlín-Paris-Barcelona…
Animo y adelante
Muxus
Elena
No me mola el deporte, desde chiquitico. Supongo que por una mezcla de pereza, cobardía, falta de confianza en mis posibilidades... Pronto llegué a la conclusión de que no era lo mío y ni lo practico, ni lo veo (salvo en raras ocasiones), ni lo leo.
ResponderEliminarEntonces... ¿por qué me da envidia tu crónica? Porque es MUY humana, porque debajo de estas lineas hay una persona con la que puedo empatizar, identificarme y hasta emocionar. Porque cuentas cosas que no creo que se puedan leer habitualmente. Porque, siguiendo tu relato, con todo el sacrificio físico y emocional que refleja, por un momento creo estar corriendo por Barcelona. Y porque me haces valorar en su justa medida una experiencia que, en boca de otra persona, me parecería una marcianada.
Zorionak, Laura!!!
Fer
"El milagro no es que terminé. El milagro es que tuve el coraje de empezar" John Bingham
Que decir que no hayan dicho ya . La cabeza , hay reside la gran fuerza , y tu la tienes por ti , por mi .... . Como han dicho todas las demas , que tesón , que gran fuerza de voluntad y como gota a gota consigues ese oceano que es terminar la marathon.
ResponderEliminarGracias por la generosidad de compartir esos momentos , que yo estoy segura que no viviré , pero que al compartirlos los siento tambien un poco mios . Gracias por la dedicatoria y por tener la capacidad de acordarte de nosotras en la carrera . Como dicen las demas , un ejemplo a seguir y una amiga de la que presumir como corredora y como persona . Un beso enorme . Piluca
Huff…. La verdad que tengo los ojos empañados de lágrimas y me cuesta escribir porque no veo bien, como estoy en un lugar público no puedo llorar a gusto me emociono, no puedo explicar lo que siento, no sé qué decirte... sólo que admiro tu tesón.
ResponderEliminarEs increíble lo que te hace sentir por dentro al leer esta crónica, creo que no es necesario que te exprese lo que siento, tu ya lo sabes, aunque sé lo importante que es oír con las palabras estos sentimientos. Hay personas que nos cuesta explicar por escrito lo que una siente, creo que te lo expresamos con hechos.
Es impresionante tu fuerza y dedicación a lo que te propones (desde muy joven) y tu forma de expresar lo que sientes, sigue así, eres admirable... Gracias por tenerme como amiga.
Un beso
Raquel
Hola Laura, ya ves a que alturas he leido tu crónica y me ha parecido preciosa. Me han saltado las lágrimas desde que he empezado a leerla.
ResponderEliminarEres una luchadora y muy fuerte, no cualquiera consigue esto que tu has conseguido. Me dan mucha envidia tu fuerda y tu afán de superación, no los pierdas nunca. Para mí eres un ejemplo de mujer trabajadora, deportista, madre y esposa, no es fácil compaginar todo eso y tú lo haces y muy bien.
En cuanto a Txema (nuestro osteopata) no tengo palabras. Cuando yo no veia la luz después de 8 meses de muchísimos dolores, y de estar atiborrada de pastillas apareció por casualidad en mi vida, bueno, gracias a Raquel, que le estaré eternamente agradecida, y estoy contigo para mi ha sido como un mago.
En cuanto a tu familia tienes mucha suerte de contar con Aitor y de contar con su apoyo, y me parece estupendo que seas capaz de agradecérselo de esta manera tan bonita porque es verdad que gracias a su apoyo tu has podido estar ahí.
Un beso para los dos
MARIAN