lunes, 25 de noviembre de 2013

Años Luz de James Salter




No sé cómo llegó a mis manos este libro, pero ha sido todo un descubrimiento. El mejor libro que he leído este año.

Un meláncolico retrato de un matrimonio acomodado americano, Viri y Nedra, que transcurre como la vida misma a golpe de pequeños momentos cotidianos, algunos más trascendentes. 

La mayoría de los libros nos hablan de los momentos mágicos o cruciales que cambian o marcan nuestra existencia, pero es realmente  así? o los pqueños actos cotidianos (y hasta tediosos) como leer un libro a tus hijos al lado de la chimenea, cenar con amigos, ir a la playa...son los que marcan nuestro rumbo? La primera parte del libro, un poco inconexa a priori se dedica a esto a describir estos momentos.

Con una maestría asombrosa, como de soslayo va desgranando la vida de esta pareja, sus cambios, la aparente unidad, de la felicidad inicial a una relación cuyos cimientos son la comodidad de la familiaridad. Llega un punto de inflexión la pareja se separa, y ya todo se torna triste, Nedra ansia vivir otra vida, Viri se conforma con vivir una vida no deseada....

Me recuerda a mi admirado Julian Barnes en la forma de tratar temas vitales, en este caso de la vida en pareja con una aparente liviandad que hace fácil la lectura pero que calan hondo. 

Valga de ejemplo esta reflexión de Nedra: "De todos ellos, aquel era el auténtico amor. De todos ellos, era el mejor. El otro, aquel suntuoso amor que te embriagaba, que uno anhelaba, envidiaba y en el cual creía, aquel amor no era la vida. Era lo que la vida buscaba; era la suspensión de la misma. Pero estar próximo aun hijo, por quien uno lo consumía todo, cuya vida estaba protegida y nutrida pro la tuya propia, tener a ese hijo a tu lado era la alegría verdadera, la más profunda, la única."

Habría tantos párrafos que referir que se haría tediosa la lectura de este post, así que sólo puedo recomendar leerlo.

Una novela absolutamente recomendable que me ha abierto el apetito de más Salter, un maestro por la delicadeza de su prosa.

Esta vez he hecho un poco de trampa en el Club de lectura y como iba muy retrasada con el libro del octubre, y me tocaba elegir el de noviembre elegí uno que yo ya había leído, esperando que mis queridas amigas les complazca su lectura tanto como a mí. Ya nos contaréis, chicas.

Sonia